Generamos cambios: Estrategias, soluciones e impacto sostenido
En cada ciclo ofrecemos ideas y herramientas clave para apoyarte donde quiera que estés en tu viaje de construcción de movimientos. ¿Acabas de empezar o te encuentras en medio del calor de un momento para generar cambios? ¿Qué elementos están surgiendo en tu contexto y qué quieres hacer al respecto? ¿Qué capacidad tienes? ¿Has pensado en los riesgos y la seguridad? Estos ciclos pueden ser usados como un marco por las constructoras de movimientos, tanto las experimentadas como las más emergentes. Por lo que empieza a reunir tus herramientas y guárdalas en tu caja de herramientas de Nos Movilizamos.
Generamos Cambios tiene que ver con la movilización de poder para el impacto. Orientadas por nuestra visión y agenda alternativas, actuamos estratégicamente con nuestras aliadas para impulsar cambios duraderos en la política y la toma de decisiones, modificar las normas sociales, así como para proteger y fortalecer nuestras comunidades.
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Institucionalizando los logros, transformando el poder Usando estratégicamente nuestro poder para incidir en el gobierno y democratizar la toma de decisiones. Utilizando la incidencia, las elecciones, la acción directa y otros medios, reformamos las políticas, las prácticas y las leyes y transformamos las relaciones de poder.
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Imaginando y creando sociedades justas Es tan importante imaginar el mundo que queremos, las comunidades que queremos y las organizaciones que queremos, como comprender y analizar los problemas y los contextos. Esto nos permite no sólo imaginar el cambio, sino también erradicar estructuras que perpetúan la desigualdad y desarrollar nuevas estructuras que den cabida a nuestra visión.
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Amplificando nuestra visión, cambiando la cultura Produciendo y comunicando estratégicamente contenidos culturales y políticos que den forma a la conversación pública, promuevan normas sociales inclusivas y positivas y apoyen nuestra agenda de cambio.
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Combinando estrategias institucionales y comunitarias Expandir y aprovechar hábilmente una red de relaciones, trabajando dentro y fuera de los ámbitos de toma de decisiones formales, para hacer avanzar y sostener nuestras agendas de cambio.
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Construcción y regeneración del liderazgo en los movimientos La construcción y regeneración del liderazgo en los movimientos se centra en el desarrollo continuo de un liderazgo efectivo, colaborativo y feminista. Ello requiere reconceptualizar las formas tradicionales de liderazgo patriarcal y crear oportunidades para el surgimiento de nuevos liderazgos.
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Protección y seguridad colectiva Reconociendo que nuestro éxito aumenta los riesgos de sufrir una reacción violenta en nuestra contra, en particular si se trata de mujeres activistas y otros grupos marginados, nos ocupamos de desarrollar formas holísticas de protección que abarquen la seguridad personal y colectiva. De manera proactiva nos empeñamos en combinar el autocuidado, el apoyo mutuo y las estrategias de protección comunitaria, impulsando cambios en las políticas públicas y las normas sociales con el propósito de eliminar las amenazas y la impunidad para garantizar la seguridad, el bienestar y los derechos humanos de las y los activistas.
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INSTITUCIONALIZANDO LOGROS, TRANSFORMANDO EL PODER
Institucionalizando logros, transformando el poder tiene que ver con la construcción y uso estratégico de nuestro poder para crear y mantener cambios profundos y duraderos en políticas, leyes, presupuestos, instituciones, prácticas y cultura comunitaria, y en la propia toma de decisiones. Trabajamos para transformar de manera permanente las relaciones de poder a través de la organización sostenida, la incidencia, las intervenciones electorales, la acción directa, el trabajo cultural y otras acciones destinadas a construir y fortalecer los movimientos.
+ Leer másEste es un trabajo a largo plazo. Si tenemos claro cuáles son nuestros objetivos, cada paso que damos, cada semilla que sembramos tiene como guía nuestra visión de cambio transformador. A lo largo del camino, la transformación también requiere construir alianzas, revitalizar el tejido social de nuestras comunidades y movimientos, promover las prioridades sociales y políticas que tienen importancia para nuestras vidas, rehacer el liderazgo político y cambiar actitudes y normas sociales.
Transformando el poder trata sobre la transformación de lo posible. Como señala LaTosha Brown de Black Voters Matter (Los votos negros importan) al comentar sobre sus victorias electorales históricas en 2021; "El trabajo no se hizo de la noche a la mañana. Ha sido un proceso que empezó hace más de una década. La manera en que hablo del poder comunitario es como la electricidad: Thomas Edison no creó la electricidad en el sentido más puro; lo que creó fue un conducto para organizar y dirigir la energía. Esta ya estaba ahí. Es la misma manera en que veo la organización: no creamos el poder, éste ya está ahí. Este resultado en Georgia se deriva de una organización arraigada. Funciona. Aunque creo ciertamente que las personas negras, en particular las mujeres, estaban en la vanguardia, no la encabezamos solas. Hay una coalición multigeneracional y multicultural en surgimiento en el sur y realmente lo va a transformar".
La transformación del poder es compleja y requiere múltiples estrategias. Como sabemos, la desigualdad sistémica genera injusticias en las necesidades básicas, como la atención médica, la vivienda y el acceso a la justicia. Aunque es evidente que debemos esforzarnos en desarrollar mejores políticas, también debemos construir una vía para su adopción, implementación e institucionalización. Muchas veces el proceso de políticas está tan dominado por una reducida élite que se excluyen nuestros problemas y propuestas del debate público.
El cambio climático es un buen ejemplo. Poderosos intereses como los de la industria de combustibles fósiles siguen haciendo todo lo que está en su poder para impedir que se incluyan soluciones significativas en la agenda. Mienten acerca de la ciencia y la suprimen; engañan a la gente; financian a funcionarios elegidos para comprar su apoyo y conseguir que militares y policías protejan su infraestructura. La incorporación de nuestros temas en la agenda exige estrategias multidimensionales que incluyen la investigación, comunicaciones y organización inteligentes, medidas legislativas y electorales, y acciones directas, que en conjunto construyen nuestro poder e impulsan la inclusión de nuestras inquietudes en la conversación pública.
Es importante hacer campañas con consignas ingeniosas y una agenda de políticas, aunque no es suficiente si no están acompañadas de una organización comunitaria y de base amplia y profunda. El aumento de las ONG ha producido una dependencia excesiva en enfoques unidimensionales de cambio, casi exclusivamente centrados en aspectos muy visibles del poder, como leyes, políticas e instituciones gubernamentales. Estos enfoques promueven, por lo general, soluciones técnicas y logros de incidencia a corto plazo, pero a veces descuidan el trabajo de construir el poder necesario de los movimientos para hacer y mantener cambios.
Si no se comprende el poder, nuestros movimientos corren el riesgo de perder oportunidades y tomar malas decisiones estratégicas. Ignorar el poder puede ser peligroso para activistas que subestiman la posible reacción negativa de confrontar intereses arraigados. Mujeres y activistas LGBTQI+ entienden estos riesgos en lo político y lo personal. Los logros extraordinarios obtenidos en materia de derechos de las mujeres en todo el mundo en las últimas décadas provocaron acciones conservadoras poderosas, bien organizadas y a menudo exitosas para revertir sistemáticamente nuestros logros en muchos países. En algunos países, estas fuerzas han tenido éxito en volver a imponer y “normalizar” el concepto tradicional de la mujer y el género, y la institucionalización de formas de controlar los cuerpos, los roles de género, la sexualidad y las libertades básicas. Las mujeres activistas saben que es fundamental una transformación profunda de cómo entiende la sociedad el género y los roles de género para garantizar logros duraderos.
Como activistas siempre estamos en busca de medios más eficaces de participación y transformación del poder para abordar los temas que son importantes para nosotras. Cuando entendemos las complejidades del poder, nos es más fácil identificar las grietas y contradicciones en nuestros sistemas de gobierno que pueden servir como posibles puntos de partida para los cambios. Por ejemplo, los aumentos excesivos del costo de la educación superior y la carga creciente de la deuda de préstamos estudiantiles en muchos países han desencadenado acciones como el movimiento de Fees Must Fall (las cuotas deben bajar) en el Reino Unido. Estas campañas movilizaron protestas callejeras y campañas en redes sociales para presionar a los responsables de tomar decisiones y, aunque han obtenido importantes logros, los estudiantes activistas reconocen que si no se cambia la estructura general—un modelo de educación privatizado y orientado al consumidor—no se lograrán cambios transformadores y duraderos. Los movimientos deben establecer alianzas con aquellos a los que les preocupan los modelos consumistas de la atención médica y otros servicios básicos.
El conocimiento de las distintas formas en que interactúa el poder y lo que significa para la estrategia y el éxito, requiere un análisis exhaustivo de los traslapes en las dinámicas del poder visible, oculto e invisible (Véase análisis del poder de JASS). Luego debemos desarrollar estrategias para construir un poder transformador capaz de oponerse a la desigualdad social y a cualquier uso del poder para oprimir, dominar y excluir. Los modelos fuertes de cambio parten del poder desde adentro, poder con otras personas y una visión de cambio, lo que llamamos poder de, que en conjunto crean una combinación formidable que inspira a las personas a entrar en acción. Hemos descubierto que, para garantizar transformaciones duraderas, los grupos necesitan contar con estrategias sostenidas que permitan oponerse y transformar el poder a fin de alcanzar y proteger nuestra visión de justicia, paz y libertad.
HERRAMIENTAS PARA INSTITUCIONALIZAR LOGROS Y TRANSFORMAR EL PODER
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Everjoice: Sin un sentido de individualidad, sin un sentido de derechos, sin un sentido de, ya sabes, “esto es a lo que tengo derecho como ser humano”, no te vas a mover …Pienso que es importante reconocer que cuando se ha desatado ese poder y las mujeres empiezan a encontrarse, es impresionante cómo se vuelve imparable.
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Jane: La opresión que vivimos no proviene solo del Estado o de un poder visible o formal, sino también cuando se convierte en una convergencia o consolidación del poder invisible u oculto, como el de los cárteles de drogas estatales, la cultura, las creencias y las normas que promueven el poder masculino y otras formas de dominación. Necesitas cambiar esto para cambiar las estructuras, y para cambiar las estructuras necesitas acciones sostenidas a través del tiempo; por eso es que necesitas instituciones. Si solo dependes de personas y acciones únicas, entonces es poco probable que se logre un cambio de estructuras.
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Patricia: La importancia de las políticas públicas y de la institucionalización reside sobre todo en dar un marco jurídico, un marco legal que ayude a legitimar y visibilizar la necesidad de esos cambios para las mujeres. Por otro lado, el que el Estado reconozca sus obligaciones de cumplir y de responder al ejercicio de los derechos de las mujeres y a su protección.
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Joanne: Es un flujo circular ascendente y descendente; a menudo es desde la organización comunitaria que se determina la necesidad de un cambio de política. En las mejores circunstancias, la organización comunitaria agrega discrecionalidad para organizarse en torno a cuestiones como atención domiciliaria, uso de recursos de agua y gobierno local. ¿Quiénes conocen mejor que las personas directamente afectadas los tipos de políticas que son necesarias para acelerar o prevenir que sucedan ciertas cosas? Cuando la organización implica trabajar con comunidades locales, permite que las personas lleven a cabo sus propios análisis de sistemas y se conviertan en influyentes actores de política al proponer políticas.
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Everjoice: Tienes que profundizar un poco más y entender el trayecto recorrido por las mujeres de Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas (una red comunitaria de mujeres por la justicia en la salud). Sí, quizá sigan viviendo en gran medida en la pobreza desde una perspectiva material, pero en términos del nivel de empoderamiento personal que tienen, el poder colectivo que tienen y la manera en que han podido cambiar el rumbo de la conversación nacional sobre políticas públicas, es algo que probablemente nunca verás escrito en ningún lado porque, por supuesto, fue realizado por mujeres de comunidades que no son expertas técnicas, que no tenían datos, sino que solo tenían su experiencia vivida y su propio poder para seguir adelante. En mi opinión, esa es la historia que es necesario relatar.
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Jane: El desafío ahora es superar la dificultad de generar un poder transformador, en vista de la naturaleza abrumadora de las distintas formas de poder. Los recursos que tenemos para construir nuestras instituciones son tan insuficientes para enfrentar estos poderes que en muchos casos nos encontramos restringidas a tratar de abrir pequeñas grietas o espacios de cambio en las formas sistémicas y sistemáticas de opresión.
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Patricia: Poder reconocer y visibilizar nuestros logros concretos como personas, como grupos, como organizaciones y como sociedades nos da fuerza, nos recuerda que podemos transformar la realidad. Por eso es tan importante poder visibilizar cada logro que tenemos, en objetivos de más largo plazo también, porque nos recuerda en medio de situaciones tan complejas como las que vivimos, y tan adversas muchas veces, que tenemos la capacidad de transformar relaciones de poder, que tenemos la capacidad de influir de manera contundente en nuestros Estados en algunos casos, y en la toma de decisiones a nivel general. Pero para eso tenemos que pensar en el corto y el largo plazo, y entender y analizar nuestro contexto y las relaciones dinámicas de poder que se juegan en él, para intentar que cada acción que llevamos a cabo pueda ser analizada por nosotras en sus consecuencias también. Toda acción tiene consecuencias, entonces necesitamos tener ese análisis más profundo de contexto, al mismo tiempo que vamos analizando la realidad cotidiana y la coyuntura, para ver cómo responder a ella.
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IMAGINANDO Y CREANDO SOCIEDADES JUSTAS
Imaginando y creando sociedades justas trata sobre la importancia de erradicar estructuras que perpetúan la desigualdad y desarrollar nuevas estructuras que apoyen nuestra visión. Es tan importante imaginar el mundo, las comunidades y las organizaciones que deseamos, como lo es entender y analizar los problemas y los contextos.
+ Leer más“Somos un ejército de soñadores y por eso somos invencibles” Subcomandante Marcos, zapatistas
La imaginación de nuevas formas en que las personas vivan juntas y vivan en el planeta empieza como un sueño, pero con el tiempo conduce a propuestas, ideas y cosmovisiones concretas. Cada día construimos activamente nuestras visiones transformadoras al cambiar la manera de tratarnos mutuamente y organizarnos juntas. A través de la historia, los movimientos sociales han creado visiones de nuevos mundos. Estas experiencias nos enseñan mucho, desde utopías a pequeña escala hasta zonas liberadas o autónomas donde las comunidades intentan vivir con una serie de estructuras, reglas y valores distintas. Los pueblos indígenas han ofrecido desde hace mucho tiempo una cosmovisión diferente para vivir en armonía con la naturaleza y siguen llevando la delantera hoy en día. Los hombres y mujeres activistas e investigadoras colaboran para crear modelos más justos y humanos.
La creación de cambios requiere que entendamos y desafiemos lo que está mal, y diseñemos estrategias para imaginar y construir nuevos modelos. Es fundamental imaginar colectivamente el fin de la desigualdad y la injusticia para construir alianzas y coaliciones, y generar la esperanza y la energía que mantienen comprometidas a largo plazo a las personas que promueven cambios y son activistas de movimientos. Nos ayuda imaginar nuevos futuros para definir los valores y principios fundamentales de nuestra agenda; valores que integramos en nuestra manera de organizarnos en la práctica de la vida cotidiana, no sólo en nuestras propuestas para el futuro.
Una visión clara del futuro también es la base del trabajo con muchos aliados y aliadas para desarrollar las propuestas políticas y de políticas públicas que darían vida a nuestros nuevos modelos. Esas propuestas son la base de nuestras demandas de cambio. Inspiran y movilizan a otras personas para unirse a nuestra causa, incluso a muchas personas que no piensan como nosotras. Necesitamos ofrecer esperanza, posibilidades y demandas concretas que nos lleven hacia una nueva realidad, en la que podamos sentirnos potentes, en vez de impotentes.
Por ejemplo, las mujeres campesinas e indígenas, enfrentadas a un aumento de proyectos de explotación de recursos y bienes naturales, se basan en la cultura de resistencia de sus comunidades y la cosmovisión maya para defender sus vidas, tierras y territorio. Lolita Chávez, líder indígena del Consejo de Pueblos K´ichés (CPK) ubicado en el departamento de El Quiché en Guatemala, explica su cosmovisión sustentable: “Tenemos una manera distinta de pensar a lo que se ha llamado ‘desarrollo’ como la acumulación de riqueza o la imposición de la noción de otras personas de lo que es ‘mejor’. Nosotras hablamos, más bien, acerca de un modo de vida armonioso y de estar con la naturaleza. Según nosotros, la tierra no pertenece a ninguna persona en particular. Por el contrario, se cree que los hombres y las mujeres son ‘un solo ser viviente’, sin propiedades privadas ni divisiones. La defensa de nuestro territorio es la defensa de todos los aspectos de la vida. La Madre Tierra no se debe comprar ni vender; debe respetarse y defenderse, por eso decimos NO a las empresas transnacionales y SÍ a la vida.
Es preciso integrar siempre la imaginación, la recuperación de ciertas tradiciones y la construcción de nuevos modelos en nuestra organización y educación popular. En esta caja de herramientas ofrecemos una amplia gama de metodologías con ideas sobre el uso de palabras, sociodramas y otras dinámicas creativas que aprovechan la capacidad de las personas de imaginar cambios que enfrenten estructuras y situaciones generadoras de injusticias. Estas imaginaciones constituyen la base para definir los principios que guían nuestra manera de organizar. Por ejemplo, si queremos relaciones que respeten la dignidad y busquen la inclusión, que valoren el cuidado y la vida sustentable, que aborden los conflictos de una manera abierta y respetuosa, y que promuevan reciprocidad y solidaridad, la manera en la que organizamos, dirigimos y construimos organizaciones debe reflejar esas prácticas. No podemos esperar hasta que tengamos un futuro perfecto; tenemos que construirlo cada día en la manera como trabajamos.
Una vez que hemos captado las causas y consecuencias de los problemas que intentamos abordar y tenemos una visión estimuladora de lo que deseamos, trabajamos con organizaciones de ideas afines, hombres y mujeres promotoras de políticas públicas y personas académicas para aclarar nuestras demandas y propuestas de políticas públicas específicas. Las propuestas de políticas públicas en sí no lograrán una transformación. Es importante definir continuamente nuestra visión y recordar el camino que debemos recorrer cuando nos organizamos en torno a cuestiones específicas.
Herramientas para Imaginando y Creando Sociedades Justas
CONVERSANDO SOBRE EL TEMA …
Zephanie Repollo, Alexa Bradley, Orfe Castillo, Daysi Flores, Lisa VeneKlasen y Shereen Essof reflexionan sobre por qué es vital imaginar y visualizar alternativas que alimenten nuestras esperanzas, y sembrar las semillas para darle vida al futuro que deseamos.
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Zephanie: Lo que me inspira verdaderamente es el valor de las mujeres de seguir soñando y sus raíces históricas, lo muy conscientes que están de sus raíces y cómo éstas les sirven de inspiración para continuar y construir un legado para la siguiente generación.
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Alexa: La imaginación es la herramienta más importante contra la desesperación y resignación, porque si profundizamos nada más en el problema, en lo mal que están las cosas, sólo se motiva a un pequeño número de personas. La mayoría de la gente sentirá que no hay nada que puedan hacer. Por otro lado, la esperanza y la imaginación son muy atractivas; pueden ser divertidas, producir emoción y animar a las personas a actuar.
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Zephanie: Pienso que es realmente importante para nosotras visualizar el futuro, cómo será el futuro. Esa es nuestra inspiración, la razón de que hagamos lo que hacemos ahora. En sus vidas cotidianas, las mujeres con las que trabajamos encuentran alternativas y se organizan para exigir que el gobierno rinda cuenta, y es importante que ambas cosas vayan de la mano porque nuestra sobrevivencia no es una alternativa. Estos aspectos van a la par unos de otros en la búsqueda de soluciones alternativas y de maneras más inteligentes de organizarse, en los que las mujeres presionan y exigen servicios para la gente, y defienden sus derechos humanos básicos.
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Alexa: Las versiones de nosotras mismas y de la realidad que se nos muestra son asfixiantes. Algunas de esas “realidades” encarnan la supremacía blanca, la supremacía de clase y la supremacía masculina. En consecuencia, si no cultivamos activamente nuestra imaginación para visualizarnos diferentes—nuestro sentido de comunidad, economía, relación con el medio ambiente y entre nosotras—permitimos que la opresión se mantenga entre nosotras y nos agobie.
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Daysi: Construir alternativas no es sólo para no sufrir lo que sufrimos. También es necesario construir alternativas que valoren lo que no nos enseñaron a valorar, que no comprometan el futuro de la humanidad o de las generaciones que vienen tras nosotros, y para vivir felices en el presente. Intentar construir e imaginar un mundo que responda a nuestro mundo interior, a todo ese universo y ese cosmos que tenemos dentro de nosotras, conectado con el cosmos de otras, y construido sobre todo desde el amor y desde el cuidado, es trascendental.
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Zephanie: Vengo del movimiento ambientalista desde antes de entrar a JASS y, a veces, nosotras en el diálogo ambiental necesitamos recordar que es preciso arraigar nuestros sueños y nuestra visión centrando el cuido, porque es interseccional. Esto no significa cambiar nuestro consumo energético a energía renovable en un 100%, ya que sabemos por experiencia que esto ha perjudicado a muchas comunidades indígenas. Renovable no significa sostenible. La visualización del futuro significa la participación de las personas más afectadas.
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Orfe: Los movimientos y las defensoras de derechos humanos tienen una apuesta por negarse a mantener el estado de las cosas como están, y estas luces que abren al imaginar futuros distintos y horizontes de sociedades más igualitarias y justas es lo que nos sostiene en nuestros espacios de lucha, los cuales pueden llegar a ser frustrantes y dolorosos. Siempre tenemos en la mira la posibilidad. El encuentro de muchos y muchas, nuestras ideas de cambio, y las movilizaciones por distintas causas en muchos territorios están abonando a cambios que se están dando y que se van a dar. Las prácticas cotidianas que ya vivimos de relaciones horizontales y respetuosas son un aliento para poder seguir construyendo, muchas veces con todos los obstáculos, pero también con toda la alegría que nos da poder encontrarnos entre mundos diferentes.
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Lisa: Lo que inspira el cambio no es solo la capacidad de imaginar una alternativa a la violencia y la desigualdad, sino darle vida en la construcción diaria de comunidades alternativas y formas de ejercer liderazgo y actuar en el mundo.
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Daysi: Generar alternativas nos permite pensar en que nosotras tenemos derecho no solo a ser, sino también a ser felices. En los movimientos eso es una cuestión muy importante, porque muchos movimientos se generan únicamente en respuesta a una problemática que nos tocó vivir. Sin embargo, el construir alternativas nos hace mostrar también que otro mundo es posible, que otras realidades son posibles, y que podemos vivir, sustentar y cuidar la vida desde otra perspectiva, no solamente desde la que nos imponen.
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Alexa: Debemos abrazar la exploración creativa para idear nuestra manera de proceder. Algunas veces tendremos éxito y los resultados serán asombrosos, y otras veces, como sucede con cualquier trabajo creativo, no toda creación será una obra maestra. Puedes escribir las primeras tres líneas de un poema y luego más tarde darte cuenta de que no eran buenas, pero llevaron al poema a algún lado y las próximas líneas serán mejores.
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Shereen: Necesitamos lograr los medios y soñar el destino de un futuro feminista más justo y equitativo, más bello y gozoso, y más integral.
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AMPLIFICANDO NUESTRA VISIÓN / CAMBIANDO LA CULTURA
Amplificando nuestra visión /cambiando la cultura trata sobre producir y comunicar estratégicamente contenido cultural y político que inspire a las personas, influya en el diálogo público, promueva normas sociales incluyentes y positivas, y apoye nuestra agenda de cambio.
+ Leer másTodos los movimientos que aspiran a la transformación social interactúan con la cultura y la impactan. A través de diversas estrategias, que abarcan las artes, los medios sociales, la producción cultural, la educación y las instituciones públicas, las personas que son activistas de movimientos trabajan para comunicar valores, historias, normas e ideas que reflejen sus visiones de cambio o cuestionen y “desnormalicen” las ideas y prácticas culturales que niegan los derechos y las libertades. Cuando los movimientos empiezan, cuentan ya con una base establecida de seguidores que comparten una visión, pero cuando estos movimientos empiezan a influir e informar la forma de pensar de un círculo más amplio de personas, cuando las artes y las instituciones culturales absorben y reflejan su visión, y cuando las normas sociales empiezan a cambiar es cuando sabemos que los movimientos adquieren poder social.
“Luchamos por el corazón y el alma de la comunidad – una comunidad construida sobre la base del compromiso con el bien común y la cooperación ... sostenido con lazos firmes de relaciones humanas que respetan la diversidad y los derechos humanos, un tejido de justicia hecho a base de múltiples hilos de poder y de personas”. Mujeres lideresas mexicanas y centroamericanas, JASS Movement-Building Institute, septiembre de 2006
La transformación real no puede tener lugar sin un cambio cultural. Los cambios culturales confrontan el “poder invisible” de las ideologías y creencias que oprimen y controlan, con el ofrecimiento de una visión y creencias que son más convincentes y liberadoras. Las creencias e ideas—subversivas, apasionadas, liberadoras, radicales, sentidas, humanas y audaces—tienen una capacidad extraordinaria de desencadenar valentía y creatividad; al mismo tiempo, la creatividad es una fuerza poderosa para reafirmar y difundir ideas. Los movimientos cobran impulso al acceder y ampliar la imaginación de las personas, e inspirar cambios y acciones a nivel personal y colectivo. Aunque no se deben confundir los cambios culturales con los cambios políticos que implican transformaciones estructurales en políticas públicas, leyes y prácticas institucionales que personifican las relaciones de poder de la sociedad, es fundamental alimentar y sostener esos cambios más profundos con expresiones festivas, imaginativas y desafiantes de nuestra visión.
Los cambios de normas sociales y la inspiración de la imaginación social empiezan con las maneras simples e importantes en que recuperamos nuestros conocimientos, historias e identidad en una cultura que ha tratado de moldear y distorsionar la manera en que nos vemos a nosotras mismas y así mantenernos bajo su control. Con el uso de narraciones e invitando a participantes a que cuestionen la “realidad” y pregunten “¿pero por qué?” se abren las mentes para desafiar tabúes, romper silencios y crear nuevas ideas.
Las integrantes de JASS han encontrado muchas maneras de amplificar las voces de las mujeres con las que trabajamos—programas de radio, "talleres de escritura", expresión de opiniones en público, conciertos, teatro, testimonios, intercambios de aprendizaje, blogs y artículos. Cada una contribuye a la producción cultural y de conocimientos que afirman nuestras verdades y crean conciencia social.
A veces este trabajo es divertido y provocador, como cuando se reúne a cientos de mujeres con nuestras camisetas de Caution: Women Crossing the Line (Cuidado: mujeres cruzando la línea) o que cantan y bailan juntas. A veces se ofrece tan solo un lugar seguro para que las mujeres hablen acerca de sus cuerpos, sexo y sexualidad, sin vergüenza ni estigma. Y a veces sostenemos reuniones dolorosas pero importantes en las que las mujeres hablan sobre sus experiencias como mujeres defensoras de derechos humanos. Por último, trabajamos para que todas podamos llevar nuestras experiencias, demandas y visiones de cambio desde la periferia al centro a fin de moldear nuevas realidades de cara al futuro.
Herramientas para Amplificar Nuestra Visión / Cambiar la Cultura
CONVERSANDO SOBRE EL TEMA…
Escucha lo que Amina Doherty, Alexa Bradley, Kunthea Chan, Patricia Ardón, Sophorn Yit, Rosa Chávez y Shereen Essof tienen que decir sobre la importancia de cuestionar y moldear normas sociales para hacer cambios y construir movimientos.
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Shereen: A través del tiempo, las mujeres han tenido la habilidad perceptible de combinar la cultura popular y el feminismo para transmitir visiones de transformación y crear bienestar para nuestras comunidades y nuestro planeta … a través de la música y las palabras, y de encontrar el valor colectivo de seguir actuando contra la injusticia.
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Amina: Crear cambios requiere primero reconocer que las estructuras de la sociedad y las prácticas institucionales son desiguales e injustas para muchas personas. Veo el arte y la expresión creativa como una forma muy importante de moldear normas sociales que aquí en JASS llamamos el enfoque de corazones y mentes.
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Rosa: En el arte se pueden crear y recrear narrativas no hegemónicas muy poderosas que llegan a tocar fibras muy profundas del ser que no se llegan a tocar con otro tipo de lenguajes. El valor del uso de la palabra y de la expresión es una de las formas de usar y recuperar nuestro poder como mujeres. El arte emancipador ha acompañado luchas, movilizaciones y momentos de transformaciones en la historia de los pueblos y los movimientos.
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Alexa: Debemos entender cuál es la serie de ideas dominantes o normas sociales que legitiman la realidad actual. Por ejemplo, en el desarrollo global, cuando los megaproyectos como las represas sobrepasan los derechos de los pueblos indígenas y rurales, se utilizan las ideas de “progreso” y “gente atrasada” para legitimar la práctica de echarlos de sus tierras. Por esa razón, no podemos decir tan solo “no” a la represa; tenemos que proponer una serie distinta de creencias que pongan en duda la legitimidad de estas ideas.
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Patricia: Creo que se han dado cambios que muchas veces no son visibles, como la participación de algunos compañeros en nuestras luchas, quienes también han adoptado las causas de las mujeres como parte de las causas de los pueblos. No son muchos, pero hay algunos. Sin embargo, creo que, en general, los movimientos por la tierra y el territorio, y de pueblos indígenas en muchas regiones del mundo y en América Latina, en particular, son muy importantes no solo para defender sus derechos, sino también para proponer un cambio de paradigma en términos de relaciones entre los seres humanos y la naturaleza. Y esto puede tocar normas que son muy acentuadas en nuestras sociedades.
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Kunthea: En Camboya, y estoy segura de que en muchos otros países, la sociedad dicta que las mujeres deben quedarse en casa para cuidar a los niños y apoyar a la familia, mientras que los hombres pueden participar en política si lo desean; ya que “la política es sucia, la política es solo para los hombres”. Al desafiar esa norma, nosotras como activistas recibimos muchos ataques.
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Sophorn: Al igual que muchas mujeres camboyanas, tengo el doble de tareas: como ama de casa y como activista/trabajadora de desarrollo. En años recientes, las mujeres camboyanas han cambiado poco a poco el panorama político en el país; la gente dice que ya no somos las esposas dóciles y sumisas que no tienen voz en cuestiones sociales y políticas. Ahora las mujeres camboyanas toman la iniciativa en las discusiones sobre cuestiones sociales y políticas, no solo sobre los derechos de las mujeres sino sobre los derechos de todos los sectores, las bases en particular.
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Amina: Si no hay un cambio de cultura, no hay cambio social, así que es realmente importante utilizar todas las herramientas que tenemos a mano, ya sea a través de los medios, la música, el arte, las películas para pensar acerca de las maneras en que deseamos cambiar la normas.
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COMBINANDO ESTRATEGIAS INSTITUCIONALES Y COMUNITARIAS
Combinando estrategias institucionales y comunitarias tiene que ver con el trabajo dentro y fuera del proceso formal de toma de decisiones, la ampliación y aprovechamiento hábil de una red de relaciones para avanzar y sostener nuestras agendas de cambio. Las estrategias comunitarias o de base abarcan la organización comunitaria, las movilizaciones callejeras y virtuales, las asambleas, el trabajo de medios y las actividades culturales. Las estrategias institucionales incluyen elecciones, actividades de incidencia en las asambleas federales y consejos estatales y municipales, la negociación de demandas y su implementación con funcionarios, la presentación de reclamaciones y el uso de influencias políticas en las esferas formales de toma de decisiones.
+ Leer másEl liderazgo y las tácticas empleadas en las estrategias institucionales son distintas de las que se emplean en las estrategias comunitarias, aunque las diferentes estrategias no deben nunca cambiar tus principios y visión. Las personas activistas tienden a menudo a hacer distinciones ideológicas entre estrategias institucionales como “reformistas” y estrategias comunitarias como “revolucionarias”. Muchas activistas comunitarias sostienen que las estrategias institucionales terminan por diluir o apropiarse de nuestros problemas, mientras que las defensoras que trabajan con instituciones plantean que nada cambiará, a menos que interactuemos con formuladores de políticas públicas por muy imperfectas que dichas políticas sean. La historia de los movimientos sociales y nuestra experiencia a través de los años demuestran claramente la necesidad de estrategias institucionales y comunitarias, y el contexto actual exige una combinación fluida de ambas. En efecto, casi todos los movimientos que hemos conocido emplean una combinación.
“Queremos feministas — mujeres que se preocupen por los derechos de otras mujeres y estén preparadas para agitar las aguas del patriarcado — en cargos de liderazgo y que estén presentes cuando se lleguen a acuerdos”. - Everjoice Win
Las estrategias comunitarias aumentan el poder y el liderazgo de la gente, y generan análisis experienciales y demandas de la propia gente, mientras que las estrategias institucionales buscan espacios para promover esas demandas y empezar a convertir nuestras visiones en cambios específicos de política. En ese sentido, ambas estrategias tienen un potencial transformador. Las institucionales son clave para avanzar en la transformación de nuestras visiones en políticas concretas, pero es poco probable que nuestras demandas y agendas de justicia logren llegar a la agenda de políticas públicas, y mucho menos convertirse en cambios legales y de políticas, sin la presión y divulgación generadas por las acciones directas, las movilizaciones y el uso inteligente de los medios. Las estrategias comunitarias aumentan nuestra base y, por lo tanto, nuestra capacidad de hacer que nuestros problemas sean visibles y potentes, y alcancen la esfera del diseño de políticas.
“Debemos enfrentar el poder en todos los ámbitos. Como movimientos, debemos enfrentar el poder y necesitamos hacerlo de diferentes maneras, en distintos frentes y con una diversidad de acciones”. - Sandra Morán
Se necesita algo más que datos, evidencia y un argumento persuasivo para incorporar temas de justicia social, económica y ambiental, y propuestas de políticas en la agenda pública. A menos que quienes estén en el poder sientan que una política es útil a sus intereses o que el costo de la inacción es demasiado alto, es poco probable que avancen. Ésta no es una lectura cínica, es una evaluación realista de cómo funcionan la política y el poder. Las élites económicas y políticas controlan las agendas de políticas públicas e impiden que se integren nuevos temas y voces, y que cambie el discurso político en todos los niveles. Incluso cuando se aceptan nuestros temas y propuestas, si no se ejerce constante presión externa pueden apropiarse de éstas aquellos que tienen poder decisorio y utilizan su retórica para presumir de sus logros mientras postergan acciones concretas. Muchas veces nuestras demandas en torno a políticas públicas reflejan una lógica totalmente distinta a la de quienes toman decisiones, como las propuestas relacionadas con el cambio climático o la construcción de la paz que exigen un replanteamiento radical de la política económica y militar. Las estrategias de base son fundamentales para redefinir, reclamar y crear espacio en la agenda de políticas, mientras que los aliados y aliadas más cercanas al ámbito de la toma de decisiones pueden atraer la atención y darles credibilidad a nuestros temas, e incrementar la posibilidad de su adopción.
Una vez que aquellas personas a cargo de tomar decisiones formales aceptan nuestros temas, la organización de base debe mantener la presión sobre estos actores y destacar los costos políticos de la inacción, y el beneficio de aceptar nuestras demandas. La investigación muestra que las comunidades organizadas desempeñan un papel fundamental en lograr la receptividad gubernamental y su rendición de cuentas. La organización de las mujeres, en particular, es clave para que un cambio sea duradero.
Al mismo tiempo, debemos tener cuidado de la apropiación del lenguaje e intención de nuestras agendas. En el pasado se han utilizado las agendas de derechos humanos de las mujeres para justificar las intervenciones militares, las soluciones de “energía renovable” han mantenido intacta la industria de combustibles fósiles, y las estrategias de responsabilidad corporativa se han centrado más en la imagen de marca (branding) que en un cambio verdadero. No hay ninguna fórmula para alinear y seleccionar la combinación correcta de estrategias institucionales y comunitarias, porque el poder es siempre cambiante. Sin embargo, algunos criterios básicos ayudan a determinar la mejor forma de proceder. Lo primero es entender el momento político y las fuentes de poder que tenemos en éste. Las tácticas callejeras creativas y las campañas en medios sociales combinadas con la divulgación y los comunicados de prensa, que ponen al descubierto algunas verdades ocultas y abusos de poder, muchas veces cobran impulso político y ejercen presión en las personas que diseñan políticas para que tomen medidas. Los aliados y aliadas institucionales pueden orientarnos y garantizar que nuestras propuestas lleguen a las esferas de toma de decisiones. Las alianzas con defensores e investigadores que apoyan y documentan nuestras demandas de justicia pueden ser especialmente eficaces.
Segundo, la interacción puntual de las estrategias institucionales y comunitarias exige también que entendamos el valor de lo que cada una aporta al proceso de cambio. Esto puede ser difícil en una cultura política que valora el poder estatal por encima del poder popular y con frecuencia las declaraciones oficiales por encima de las verdades comunes. Pero el incómodo desafío de los movimientos es precisamente su poder: obligar a cambios de paradigma y ejercer nuevas presiones.
Es más, la interacción entre las dos estrategias crea grandes oportunidades de aprendizaje mutuo. Con demasiada frecuencia, las personas defensoras con experiencia institucional hablan en nombre de otras y las representen de maneras que no les permite desarrollar capacidades, y su voz y poder no son siempre representativos. Es vital que la gente más afectada por la desigualdad y que más se beneficiaría de acciones positivas hable y dirija en su propio nombre.
Otros desafíos se derivan de la “seducción del poder”. Es fácil malinterpretar una invitación para hablar con personas que tienen poder decisorio como una fuerte apertura para el cambio y, por consiguiente, aflojar la presión comunitaria. Sin embargo, una oportunidad de participar no es por lo general un logro, sino un primer paso. Es importante siempre tener claro cuáles son los objetivos y mantenerse vigilante por una posible apropiación.
Debemos diferenciar entre “espacios invitados”, “espacios reclamados” y “espacios creados” para evaluar los posibles logros. Los “espacios invitados” son aquellos en que se espera o, al menos, se permite nuestra participación, pero cuyos parámetros y reglas están bajo el control de otros. Estos varían según el contexto, pero pueden abarcar elecciones y audiencias legislativas y públicas. Estos son siempre espacios en disputa, con poca disposición a permitir el ingreso de nuevos actores. Los “espacios reclamados” son aquellos que los movimientos abren estratégicamente para sus propios fines, como las reuniones de vecinos y las organizaciones comunitarias. Por último, los “espacios políticos creados” son esferas de actividad política autónoma que nos permiten crear nuevos modelos de interacción y desarrollar libremente nuevos mundos.
Herramientas para Combinando Estrategias Institucionales y Comunitarias
CONVERSACION SOBRE EL TERRENO…
Escucha lo que Lisa VeneKlasen, Adelaide Mazwarira, Orfe Castillo, Sibongile Singini y Anna Davies-van Es dicen acerca de las alianzas estratégicas y asociaciones que combinan el activismo comunitario con la defensa institucional en el interior de las estructuras de poder y los procesos de toma de decisiones en los que deseamos influir, y cuándo y por qué ambos pueden ser estratégicos.
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Lisa: Formamos alianzas y asociaciones para lograr un impacto mayor en los temas e instituciones que deseamos cambiar, y solucionar los problemas que tratamos de resolver. En el Sur de África, por ejemplo, nos dimos cuenta de que las instituciones religiosas perpetúan la vergüenza y el estigma que sufren las mujeres que viven con el VIH/SIDA, y que influían en las políticas relacionadas con el VIH/SIDA. Decidimos entonces hacer alianza con una organización religiosa progresista.
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Anna: El grupo de fe con el que trabajamos estaba compuesto de líderes religiosos portadores de VIH/SIDA, que por su posición social tenían relación con el gobierno y altos funcionarios. Por consiguiente, podían brindar cierto grado de credibilidad y atención a nuestra agenda que tanto necesitábamos en virtud de quiénes eran. No voy a decir que fue fácil, pero la alianza nos ayudó realmente a impulsar nuestras demandas.
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Lisa: Este tipo de colaboración interna-externa no es fácil. Implica trabajar fuera de nuestra zona de confort. Creo que uno de los desafíos que enfrentan las feministas está relacionado con nuestra renuencia a trabajar con distintos grupos que tienen valores diferentes. En verdad, el cambio solo es posible con aliados y aliadas estratégicas que comparten tu solución y preocupación por el problema, pero no necesariamente todas tus opiniones. Es decir que se aprovechan las alianzas estratégicas para lograr un alcance mayor y más profundo. Como otro ejemplo, ahora que trabajamos en Honduras para obtener justicia para Berta Cáceres, nos hemos aliado rápidamente con grupos enfocados a los bancos internacionales. Esos grupos no utilizan el término “feminista” en nada de lo que dicen o hacen, pero estamos de acuerdo sobre lo que deseamos lograr. Lo que siempre sorprende es cuánto aprendemos mutuamente cuando unimos fuerzas.
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Orfe: Hay un nivel de relación con las instituciones multilaterales de derechos humanos que ha resultado muy útil para incrementar la exigencia frente a los Estados omisos en relación con la protección de las defensoras. Estos actores contribuyen a construir una narrativa de reconocimiento de la labor que realizan las defensoras, ayudan a entender quiénes son, cuáles son sus aportes y por qué es importante no sólo para ellas y sus movimientos, sino también para la sociedad en su conjunto, el cuidarlas, protegerlas y exigir condiciones para la labor de defensa de los derechos humanos que realizan cotidianamente.
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Anna: La campaña Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas ha mantenido realmente abierto un espacio para todas las mujeres, así que está liderado por mujeres portadoras de VIH+ que pueden pertenecer a distintas afiliaciones, como grupos de apoyo u otras organizaciones de derechos humanos de las mujeres. Se ha utilizado también una estrategia clara para traer a mujeres de Ginebra, que es la red de periodistas, como una estrategia interna-externa para obtener cobertura mediática de algunas actividades y demandas de la campaña.
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Adelaide: ¿Cómo se toman estas decisiones? ¿Cómo se determina qué alianzas tendrán beneficios estratégicos?
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Lisa: Creo que ésta es la razón de que los análisis del poder sean tan importantes. Así se busca más a fondo información sobre las instituciones, personas y decisiones particulares que se desea cambiar. Y se averigua sobre organizaciones afines, con objetivos similares y relaciones clave o conocimientos que aportan.
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Shereen: En Malaui, se trataba realmente de buscar qué oportunidades había en el terreno, qué sentíamos que era necesario hacer específicamente para los fines de la campaña, y cómo podíamos maximizar nuestro poder para impulsar la agenda. De ahí que sea complejo porque varias cosas se juntan casi simultáneamente y es difícil apartarlas o separarlas porque colectivamente nos permitieron cobrar el impulso que por último llevó al cambio.
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Sibogile: Siempre es eficaz trabajar con aliados o aliadas, y tenerlas en el Ministerio de Salud ayudó a la campaña Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas. Si hubiera sido otra organización que el Ministerio no conocía, quizá no habría hecho nada. Pero el Ministerio de Salud dijo: “estas mujeres tienen poder, hagamos algo porque si no le dirán a todo Malaui lo que estamos haciendo”.
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Anna: Cuando las mujeres que son las más afectadas por estas decisiones están en medio de la defensa, se puede contar con que mantendrán la presión desde fuera sobre las personas que diseñan políticas para que cumplan con sus promesas.
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Lisa: Es necesario averiguar dónde se toman las decisiones. Al hacerlo, se encuentran grupos con los que probablemente conviene aliarse para que las estrategias internas abran oportunidades a las comunidades con las que trabajamos. El alineamiento de las estrategias internas y externas tiene que ver con asegurar la implementación del cambio de políticas.
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CONSTRUCCIÓN Y REGENERACIÓN DEL LIDERAZGO EN LOS MOVIMIENTOS
La construcción y regeneración del liderazgo en los movimientos tienen que ver con el desarrollo continuo de un liderazgo feminista eficaz y colaborador que crea con intención deliberada oportunidades de que emerja un nuevo liderazgo. Se requiere fomentar una cultura organizativa que sea intencionalmente evolutiva y acogedora, y un compromiso para aumentar la capacidad y longevidad de los movimientos, no solo de cada líder o lideresa.
+ Leer másLos principios y la práctica del liderazgo feminista tienen mucho que ofrecer a otros movimientos. Los principios básicos son el liderazgo distributivo, la toma de decisiones colectivas, el empleo de medios congruentes con nuestros fines, la no violencia y la construcción del poder con y el poder para, en vez del poder sobre. El compromiso de compartir y ampliar el liderazgo, con oportunidades para la formación y el aprender haciendo, cambia fundamentalmente nuestra manera de organizar y dirigir el cambio. En vez de poner énfasis en cada una de sus lideresas a nivel individual, los movimientos feministas luchan por una cultura organizativa de liderazgo y responsabilidad colectiva.
La regeneración del liderazgo no trata solo de la inversión en una generación más joven, tiene que ver con la incorporación plena de todas las personas que integran la organización y sus habilidades y posibilidades diversas en el trabajo, y con la garantía de que nadie se quede marginada. Trata asimismo de asegurar que el liderazgo actual siga aprendiendo y evolucionando en sus roles, al mismo tiempo que evita estructuras rígidas de liderazgo.
“El patriarcado, reflejado en todas las estructuras e instituciones de nuestro mundo, es un sistema que glorifica la dominación, el control, la violencia, la competitividad y la codicia. Deshumaniza a los hombres en la misma medida que niega su humanidad a las mujeres. De ahí que necesitemos un liderazgo que explore y revele estos vínculos, y desafíe el patriarcado. El único liderazgo que hace esto es el liderazgo feminista”. Peggy Antrobus
El liderazgo feminista se desarrolla mejor en espacios seguros y autónomos. Pero los principios y prácticas del liderazgo feminista también deben incorporarse en organizaciones mixtas para cambiar los modelos de liderazgo verticales. No es suficiente que las mujeres tengan papeles de liderazgo, tenemos que evitar la reproducción de patrones autoritarios de liderazgo que refuerzan la desigualdad y debilitan nuestros esfuerzos para lograr cambios fundamentales. El liderazgo feminista debe desempeñar un papel crucial en muchos movimientos de base para hacer realidad nuestra visión de transformación social: democracia profunda, libertad, dignidad y bienestar.
Herramientas para la Construcción y Regeneración del Liderazgo en los Movimientos
CONVERSANDO SOBRE EL TEMA …
En esta conversación, Tiwonge Gondwe, Carme Clavel, Marusia López Cruz, Daysi Flores Amina Doherty y una activista filipina (que decidió permanecer anónima por motivos de seguridad) hablan acerca de sus ideas y experiencias de construcción y renovación del liderazgo feminista.
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Marusia: En mi opinión, el liderazgo feminista rompe con la idea de liderazgo individual. Cuestiona la idea de que deben ser líderes únicos quienes dictan lo que todo el movimiento, toda la organización, tiene que hacer. Un liderazgo feminista construye al unir y entrelazar las voces, habilidades y conocimientos de todas las personas que integran la organización o la comunidad. Así es que, para mí, el liderazgo feminista significa sobre todo un liderazgo colectivo.
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Tiwonge: La primera vez que hablé en público, en una reunión, era como ‘¡Vaya! ¿Soy yo? ¿O es alguien más?’. Y a partir de eso, el miedo que había sentido desapareció. Así que eso me cambió porque sé que puedo hablar donde sea, que puedo participar en todos lados. Al principio no podía tener confianza en mí misma, pero ahora la tengo y me digo ‘Sí, soy buena para construir algo’, puedo decir ‘¡Ah! Esa es mi contribución’. De hecho, me veo como una mujer poderosa, una mujer fuerte.
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Amina: Cuando pensamos y hablamos del poder y el liderazgo feminista, es importante entender que el liderazgo feminista cambia constantemente y permite que una amplia gama de voces participe e interactúe en todos los niveles. Por consiguiente, no centraliza un enfoque vertical sino más bien algo que es mucho más horizontal y permite que una extensa variedad de voces lo alimenten.
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Marusia: Es un liderazgo que cuestiona el poder histórico de la desigualdad entre hombres y mujeres, y realiza la discriminación positiva para que las mujeres puedan retomar el poder del que la sociedad las privó y recuperar la voz que la sociedad les quitó. El liderazgo feminista permite que las mujeres recuperen su poder y sean capaces de utilizar este poder en una lucha colectiva, para generar liderazgo colectivo.
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Carme: Es importante actualizar y regenerar el liderazgo feminista, de manera que no veamos siempre las mismas caras. Creo que es importante porque cuando uno se encuentra en una posición de liderazgo, siempre hay enseñanzas, hay estrategias que es necesario ejecutar, pero pienso que es bueno que ejerzamos liderazgo en distintos momentos y de maneras diferentes. Dependiendo del momento en el trabajo que nosotras y la organización hacemos, necesitaremos distintos tipos de liderazgo.
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Dina: Introduzco a feministas jóvenes en el trabajo de renovar el liderazgo cuando les demuestro que creo en sus habilidades y establezco espacios para que se desarrollen ellas mismas y su liderazgo. Asimismo, les recuerdo a mis colegas más experimentadas que sigan animando a las más jóvenes para que avancen y no las vean como rivales. Además, esta renovación realmente fortalece el movimiento feminista y nos convierte en un movimiento feminista intergeneracional con una energía que seguirá creciendo gracias a las feministas jóvenes.
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Kunthea: Cuando el liderazgo rota, el proceso significa compartir la manera en que incorporas la democracia en el proceso y también ilustra el liderazgo feminista en el sentido que entiendes tu poder y tu privilegio, y sabes cuándo debes redoblar esfuerzos y cuando tomar distancia. Esa es la manera en que tratamos de formar nuevo liderazgo de jóvenes a través de los procesos en los que trabajamos y organizamos con ellas.
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Daysi: La regeneración del liderazgo feminista en los movimientos es una necesidad vigente que se da de distintas formas, porque no se trata solamente de la construcción y reconocimiento de los liderazgos emergentes, y de otras formas de hacer política, sino también se trata del reconocimiento y valoración de la historia. La oxigenación de los movimientos viene de la apertura y la versatilidad en dos vías, tanto en la gente que viene empezando, que no necesariamente tiene que ser gente joven, y la gente que ha dedicado su vida a esta construcción. Entonces debe haber apertura para poder abrir espacios, diálogos, intersecciones incluso, para poder encontrarse. Los movimientos son comunidades, y tiene que haber espacio para todo el mundo. Para esto es necesario el reconocimiento de que los liderazgos son diversos y de la importancia de cada uno de esos liderazgos, y como al momento de construir fuerza política, al momento de construir movimientos, todas y cada una de esas habilidades y esas potencialidades son necesarias e importantes.
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Activista filipina: Somos más complejas que iguales. Somos una mezcla: nunca solo por clase, nunca solo por género, nunca solo por edad. Y la edad no debe ser un obstáculo. Cuando las que “una vez fueron jóvenes” trabajan con “las jóvenes”, se llenan de energía y siguen trabajando. Asimismo, las más jóvenes aprenden y también perseveran.
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PROTECCIÓN COLECTIVA Y SEGURIDAD
Protección colectiva y seguridad significa garantizar nuestro bienestar personal y colectivo al mayor grado posible y estar libres de amenazas y ataques en nuestra vida cotidiana y organización. No se debe ver la protección tan solo como un escudo o una serie de acciones defensivas. Aunque por ser mujeres activistas y defensoras de los derechos humanos enfrentamos ataques, necesitamos un concepto más holístico de protección que garantice nuestra seguridad y la de nuestras familias, organizaciones, comunidades y el mismo planeta. Esto abarca una amplia gama de herramientas y actividades, incluyendo estrategias para la protección comunitaria, el apoyo y la capacitación para el cuidado personal, y cambios en las normas políticas y sociales para eliminar las fuentes de violencia e injusticia. Trabajamos de manera proactiva en todas estas áreas para garantizar la seguridad el bienestar y los derechos humanos de las activistas.
+ Leer másEn los contextos actuales, en especial, nuestros logros han provocado campañas reaccionarias que intentan revertir nuestros avances y neutralizar nuestro poder. Las mujeres y los miembros de otros grupos marginados, y las muchas intersecciones entre nuestros movimientos, enfrentan los mayores riesgos porque representan los desafíos más grandes al sistema capitalista y patriarcal que deseamos cambiar. Las tácticas utilizadas para atacarnos abarcan calumnias, acoso, agresiones físicas, intimidación y amenazas, cargos injustos imputados a las activistas, encarcelamiento e incluso asesinatos.
A lo largo de muchas décadas, numerosas organizaciones y donantes han buscado responder a estos ataques judiciales y físicos contra las mujeres defensoras de derechos humanos. Se han multiplicado los recursos disponibles para la protección, pero los ataques aumentan y se vuelven cada vez más complejos. La violencia proviene tanto de actores estatales como no estatales, a menudo en complicidad unos con otros. La formulación de acusaciones falsas, los encarcelamientos injustos y las tácticas de hostigamiento generan temor y desaniman a las defensoras y sus organizaciones, que se ven enredadas en prolongados procedimientos legales y obligadas a defenderse de acusaciones penales. Estas estrategias drenan recursos de importantes iniciativas de derechos humanos, debilitan a las organizaciones y, por último, tienen por objeto silenciar a las activistas.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) de derechos humanos no parecen estar bien preparadas, son lentas a la hora de responder a estas realidades “en el terreno”, y las inversiones en materia de protección no pueden mantenerse al ritmo que aumentan los problemas. Aunque los fondos de emergencia para la reubicación temporal de algunas defensoras y otras intervenciones de seguridad sean esenciales, no son suficientes para dar respuesta a la naturaleza y la escala de la violencia que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos y, en particular, las mujeres defensoras de derechos humanos. Si bien es cierto que los casos legales y de políticas son de vital importancia, su implementación se ve obstaculizada por la falta de recursos y voluntad política. La realidad es que los avances políticos son limitados si no están acompañados del trabajo sostenido de movimientos de base y una organización desde el plano local al global para captar la opinión pública y ejercer una presión continua sobre las instituciones estatales a fin de que apliquen medidas que protejan a las defensoras y garanticen la libertad de expresión.
Se requieren estrategias para evitar la violencia y proteger a las defensoras de una manera más amplia y sostenida, a fin de abordar con más eficacia la violencia contra las defensoras y prepararlas para que mantengan sus acciones en pro de los derechos humanos cuando trabajan en entornos de riesgo. Con base en la experiencia de JASS y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de los Derechos Humanos —una colaboración entre JASS y otras organizaciones y redes de mujeres defensoras en la región — y en nuestro trabajo en otras regiones, la construcción y el fortalecimiento de movimientos que invierten en forjar alianzas a largo plazo con y entre defensoras en una variedad de temas, sectores e identidades constituyen una solución prometedora que las prepara con las herramientas necesarias para protegerse mutuamente y aprovechar que son muchas para llegar a ser una voz aún más fuerte en el tema de los derechos humanos.
Es esencial crear espacios seguros para realizar análisis contextuales a fondo y entablar diálogos. Estos espacios deben reconocer y honrar la diversidad de experiencias entre las defensoras y la intersección de factores que afectan específicamente a las mujeres indígenas defensoras de derechos humanos, la comunidad LGBTIQ y otros grupos históricamente marginados y con más probabilidades de sufrir ataques. El diálogo y el apoyo mutuo en espacios seguros genera una agenda compartida y contribuye a crear protocolos y principios para responder sin demora a situaciones urgentes.
El uso estratégico de acciones críticas y rápidas, y respuestas de emergencia cuando la solidaridad y los recursos locales no son suficientes para proteger a las defensoras que se encuentran en situaciones de riesgo y las intervenciones externas, fortalecen la red de seguridad de las defensoras y obligan los gobiernos a rendir cuentas.
En 2006, JASS empezó a orientar sistemáticamente su trabajo hacia la construcción del poder colectivo de las mujeres, con el objeto de aumentar su impacto y, al mismo tiempo, protegerlas proactivamente de reacciones negativas y de la violencia. Sabíamos que cuando las mujeres abandonan sus papeles tradicionales –“cruzando la línea” como nos referimos a las transgresiones feministas –la reacción es con frecuencia la represión violenta. Por medio de alianzas con organizaciones comunitarias y movimientos, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos y las Redes Nacionales de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, entre muchas otros esfuerzos, JASS trabaja con aliados y aliadas para incubar y promover un enfoque feminista y de construcción y fortalecimiento de movimientos relacionado con la protección de los derechos humanos, que combina estrategias individuales y colectivas para sostener y fortalecer el activismo, y reducir el riesgo. Este enfoque toma en cuenta las fuerzas económicas, sociales y políticas, y examina las relaciones de género y otros factores de discriminación, como clase, origen étnico, raza, sexualidad, ubicación, capacidades, etc., a fin de mejorar la eficacia de las estrategias que tratan sobre la violencia y la desigualdad.
La protección tradicional de activistas tiende a concentrarse en la protección física de la persona por medio de medidas de seguridad, como guardaespaldas, chalecos antibalas o su reubicación. En muchos casos, estas medidas separan a las defensoras de sus comunidades y familias, sin abordar su bienestar físico y mental. Un enfoque holístico de protección toma en cuenta tanto la esfera pública como privada, e incluye la necesidad de que se sientan seguras en su casa, en el trabajo, en la calle y en los lugares donde se desempeñan. Este enfoque abarca el concepto de seguridad personal y la noción de seguridad colectiva que se extiende a sus familias y colegas.
Cuando las mujeres defensoras se protegen mutuamente y a sí mismas por medio de redes regionales y nacionales de apoyo mutuo y solidaridad, se reducen sus sentimientos de aislamiento y se fortalece su capacidad de enfrentar el sexismo y las muchas otras formas de violencia que enfrentan. De este modo pueden impulsar con más eficacia movimientos de justicia social y mejorar la capacidad de los gobiernos de garantizar el cumplimiento de los derechos, al mismo tiempo que crean más conciencia pública acerca de su contribución a la sociedad.
Herramientas para la Protección Colectiva y la Seguridad
CONVERSANDO SOBRE EL TEMA…
Lisa VeneKlasen, Orfe Castillo, Kunthea Chan, Marusia López y mujeres defensoras de Mesoamérica (quienes decidieron mantenerse anónimas por razones de seguridad) exploran qué significa una protección integral y colectiva, es decir, la necesidad de contar con enfoques de seguridad que van más allá de medidas de seguridad y abarcan también fuertes nexos con la comunidad, apoyo al bienestar y la sanación de traumas.
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Lisa: ¿Qué hemos aprendido? Ahora vemos con mayor claridad que nunca que nuestra misión fundamental – la creación de liderazgos colectivos entre las mujeres y el fortalecimiento de su poder organizativo – trata no solo acerca de ser más vociferantes o eficaces para que los gobiernos y otros actores rindan cuentas. Se trata también de crear redes de apoyo mutuo y protección ante las reacciones negativas y la violencia. A esto lo llamamos un enfoque de construcción y fortalecimiento de movimientos para la protección y la seguridad. Es decir que tejemos relaciones de confianza entre mujeres diversas, fortalecemos nuestras capacidades y lideramos los cambios que necesitamos.
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Orfe: El centro de la protección, como la concebimos en JASS, está en el espacio más inmediato y local, y en la construcción de redes entre iguales en espacios horizontales en dónde podemos libremente hablar de los riesgos que enfrentamos y construir respuestas.
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Kunthea: En JASS Sureste de Asia, hemos empezado con un análisis del contexto y un mapeo de los actores en estos temas, porque así se ve con claridad quiénes tienen poder en esos temas y la complicidad entre un poder y otro; por ejemplo, entre la policía, los militares y las corporaciones privadas. Este tipo de análisis puede ayudar a que las mujeres estén conscientes de cuánto peligro corren. Debemos cerciorarnos de que comprendan con claridad quiénes son los actores, cual es el poder detrás de cada tema, de qué deben cuidarse y como mitigar los riesgos debido a las personas que son poderosas y tienen muchos recursos. Estos análisis ayudan a las mujeres a ver que lo importante es pensar en su seguridad cuando se enfrentan a esta gente poderosa.
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Orfe: La protección tradicional implica una protección muy centrada en proteger el cuerpo de una persona en concreto y sacarle de su lugar de riesgo, o establecer medidas duras como escoltas personales, vallas, o cámaras de videograbación para evitar riesgos a su integridad física. En los últimos años hemos reflexionado sobre la importancia de atender otros aspectos del bienestar y de la salud de las y los defensores, muy relacionados con cómo están construidos los roles de género en nuestras sociedades racistas, patriarcales y capitalistas. El desgaste que han vivido y que viven cotidianamente las defensoras por combinar el activismo con el cuidado de la familia, y muchas veces con un trabajo adicional, tiene consecuencias no solo en su capacidad para mirar el riesgo y protegerse, sino también puede generar estados de depresión, crisis de ansiedad, falta de descanso, y una serie de alteraciones que ponen a ellas y a sus movimientos en riesgo.
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Defensora de Guatemala: Yo sufrí un atentado contra mi vida y fue entonces que llegué a conocer a las IM-Defensoras, coordinadas conjuntamente por JASS. En cierto momento me ayudaron a mudarme del área donde había sido atacada. No regresé por dos meses a fin de explorar la mejor opción para reubicarme y continuar mi trabajo. En mi opinión, éste es un instrumento más que tenemos ahora, en particular nosotras las mujeres, para pensar sobre el tema del cuidado personal y mejorar así nuestro trabajo de derechos humanos.
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Marusia: Los movimientos que se preocupan por el bienestar de sus integrantes, tanto hombres como mujeres, son movimientos que, en primer lugar, hacen un mejor trabajo y en segundo, atraen a más personas que sienten que estos son espacios en los que pueden vivir verdaderamente una realidad diferente que en el mundo de feroz competencia por riquezas o poder, explotación y violencia. Así que, para nosotras, no se puede implementar un proceso ni medidas de protección sin tener en cuenta el cuidado personal.
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Defensora de Mesoamérica: La capacidad de reconocernos como mujeres defensoras, de cuidarnos mutuamente y a nosotras mismas, y de generar nuevas estrategias colectivas de seguridad se han vuelto indispensables a fin de cumplir con los derechos humanos en Mesoamérica.
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Orfe: Hemos transitado de un enfoque que se centraba mucho en las personas, a un análisis más profundo sobre cómo ninguna persona puede estar a salvo si sus procesos colectivos y sus comunidades, y si todo lo que implica la construcción entre muchos y muchas, no se toma en cuenta. La pervivencia de las luchas requiere el fortalecimiento del tejido colectivo y comunitario a muchos niveles -- a nivel interno, a nivel de recursos para la supervivencia, a nivel de formación para su reflexión y construcción de estrategias.
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CONVERSANDO SOBRE EL TEMA…
La transformación del poder es fundamental para la praxis de JASS. En esta conversación Everjoice Win, Amina Doherty, Joanne Sandler, Mary Jane Real y Patricia Ardón ofrecen algunas ideas sobre el poder, el empoderamiento y nuestros logros.